No cuanten conmigo.

No estoy para nadie, a sonado el teléfono, el timbre, nada siempre que entra alguien a mi casa me cuenta sus problemas, es verdad yo no tengo problemas, y qué, no por eso ando de casa en casa diciendo: me vale verga absolutamente todo y tú como estás, No, nunca lo e hecho, pero algunos creen que pueden venir a mi casa y decirme vlalalalalblalabala blalablalblabla y yo que hago, nunca digo: Oye culero a mí me vale verga que tu puta madre tenga un amante de tu edad, deja que coja y no me vengas a estar chingando.

La gente piensa que los escucho, me quedo mirando la pared con mi cigarro de mota (a veces buena, otras exelente) y moviendo la cabeza, cuando callan digo: está cabrón.

Pero muchas veces llegán cargados de cerveza (me han sorprendo con un pollo y hasta pizza) los hago pasar.

Me entero de muchas cosas, (Javier graba a su pápa dandole a su hermanito unas mamadas en su pito de niño, Juana tiene un novio y su novio es un pervertido (no pregunten que yo no pregunto) que alejandro deja a su vieja en enero) me doy cuenta que la gente piensa que soy inteligente y especial, que putas les pasa, no me ven, tengo hongos en los pies, me vale verga casí todo y si no fuera porque me vale verga y soy un cobarde ya me habría matado. Pero hay niñas lindas que vienen a conocerme: dicen que no sales, que escribes por horas (mentira escribo cuando me dan ganas) dicen que mataste un tipo, que ganaste un premio, que le dijiste a Monsreal que la literatura nesecita cambiar, que lo esquisito si no tiene guevos es mierda, que te aburren Paz, García Márquez, Vargas llosa y Fuentes. También dicen: Me enseñas tus poemas (los enseño, si la mujer está linda y tiene más de 17 se lo enseño) y les leo en voz alta, y ellos dicen carajo eres un cabrón, ellas dicen que son bonitos, me cago mis poemas no son bonitos, mi intención es esa que no sean bonitos, que cuando los lean piensen: este hijo de puta sí sabe lo que es el amor, la locura, las mujeres, pero no, dicen que mis poémas son lindos, ¿lindos cómo una mariposa, como el sol a medio día? no mis poemas son la mierda, son los puños cerrados de un exboxeador, son la jeringa, la estopa, el olor a solvente de la ciudad.

Suena el timbre, quién estará a fuera, un tipo con tubo de aluminio, una mujer con ganas de jugar a enamorarse. un tráficante de la palabra del señor. No voy abrir, no voy a salir, no voy a leer los cuentos completos de Julían Morotes, ni el poemario de Gaytan López, me quedare aquí donde estoy.
Luego cuando no aguante el sueño me hare una chaqueta, y a dormir suños de diazepam con tequila, tengo un teléfono -------- mi amiga, ella vendría, lo sé, me quiere, soy un tipo con suerte. No he escuchado nada, voy a comprar un aerosol y pintaré en mi puerta: no molestar suicida busca valor, regrese cuando éste anuncio haya sido borrado o cuando haya cortinas en la ventanas.
bueno ya está, voy a abrir tengo ganas de beber, ojalá sea alguien con alcohol, busco un pantalón mientras el timbre suena, la quinta vez grito: ya voy puta madre, ya voy, oigo risas, calculo, dos hombres, tres o cuatro mujeres, entre las risas reconozco a Edgar, con Edgar todo cambia ese pinche gordo, pienso y alguien se pega al timbre y sacude la puerta a patadas. Ese es Edgar, mi amigo, el gordo atascado, calvo poeta. borracho e impertinente. es bueno tener amigos, abro y sonrien, sonrio y pasan, la mujer que trae Edgar le pica el culo y se huele los dedos, mientra una mujer de ojos resgados me dice: Hola, Claudia habla mucho de ti, qué dice: pregunto y cierro la puerta.

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